LO QUE EXIGIMOS DE LOS NUEVOS DIPUTADOS FEDERALES

En tiempos donde la política parece tomada por un sistema y personas que la desvirtúan y la alejan del propósito de servir a la gente, este 1 de Septiembre tomaron posesión 500 nuevos diputados. Más que quejarnos debemos exigirles:

– Que escuchen: Porque dos oídos muchas veces sirven más que una boca.

– Que concilien en beneficio del interés público: La gente quiere acuerdos, no pleitos.

– Que sepan que el partido que los postuló no siempre tiene la razón: Que no vean todo con el color de su partido. Sí, un partido los postuló pero deben estar al servicio de la comunidad que representan por encima de su partido.

– Que devenguen su sueldo con sus actos: La gente no quiere rollos, quiere hechos. Deben renunciar a los seguros privados de gastos médicos y de vida que indebidamente les dan. Son empleados del Estado no del sector privado.

– Que den tiros de precisión: “El que mucho abarca poco aprieta” Mejor lograr pocas cosas importantes que “tirarle a todo” y no lograr nada.

– Que no pierdan piso: Cuidado con “el mal de corcholata”. Esto sucede cuando te subes a una corcholata y crees que estás arriba del mundo.

– Que la transparencia y la rendición de cuentas no sean solo palabras para adornar discursos: Que sean para poner en práctica por ellos mismos y no en “los bueyes de mi compadre”.

– Que ser de un partido minoritario no es excusa para no dar resultados: Un diputado de un partido de minoría muchas veces puede lograr cosas que uno del partido mayoritario no. El decir que estás en contra de algo que daña a la gente no es suficiente para ser un buen diputado.

– Que apoyen al gobernador y a los alcaldes: Esto sin importar de qué partido sean unos y otros.

– Que gestionen todos los recursos posibles para OSC ?s. Apoyar a ciudadanos que trabajan por nuestra comunidad.

– Que den la cara y mantengan constante comunicación con la gente

Hay tres grupos de diputados: los que están en contra de todo y no proponen nada; los mediocres y los buenos.

\r\nLos más dañinos son los del segundo grupo. La gente va a ubicar a cada diputado en el grupo que merece.

Para los diputados pueden ser tres años de honor y una vida de orgullo o tres años de vergüenza y una vida de ignominia.

A los ciudadanos nos toca vigilar, presionar y proponer. Es bueno saber quién es nuestro diputado y Facebook es un lugar donde los podemos encontrar para justo eso.